Parece de perogrullo hablar de esto, pero es importante que las madres y padres sepan que los niños que están enfermos no deberían ir a clase. Los niños, por su condición de pequeños con un sistema inmunitario menos eficaz que el de los adultos, se contagian con bastante facilidad.
Además, es más fácil que toquen o chupen (según la edad) objetos o comida que 
otros han tenido en sus manos, boca (o mocos) y que se vayan pasando los virus y bacterias con una facilidad pasmosa.
Así, la razón principal de que la recomendación sea "cuando el niño está enfermo no debería ir a clase" es evitar el castigo físico y mental que debe soportar en esa jornada escolar y que ese niño contagie a otros niños, pero a su vez, que otros niños no contagien de algo más al que ya está malo.
Muchos niños van enfermos al colegio y llegan a casa aún más 
enfermos porque al virus que le provocaba mocos, tos, malestar y fiebre 
se le junta uno que causa diarrea.
Y es que lo importante no es que el pequeño esté por debajo de 37ºC, 
como quien va a más de 120 km/h por la autopista y frena cuando pasa por
 un radar para que la aguja no sobrepase el límite, sino que esté sano, 
no contagie enfermedades, no pueda contagiarse a su vez, y esté en buen estado para escuchar, participar, jugar y aprender. 
                                                                    Fuente:www.bebesymas.com

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