lunes, 23 de octubre de 2017

Cartas del Director: Atención a la Diversidad

           ¿En qué puede mejorar la calidad de la enseñanza en el CEIP “Lucena Rivas” de Lanjarón? ¿Cuál es nuestro punto de partida? ¿Cuáles son nuestras fortalezas y  debilidades? ¿Qué aspectos debemos mantener y afianzar? ¿Sobre cuáles debemos centrar nuestra reflexión para que el funcionamiento general de nuestro colegio eleve su alto nivel de resultados? Una posible respuesta a esta última cuestión es la Atención a la Diversidad. Nuestros niños y niñas, aunque comparten el entorno físico, muestran una gran pluralidad. Supone un enorme desafío para el sistema educativo ser capaz de afrontar con éxito el reto de prestar a todo el alumnado una atención acorde a sus necesidades.


            Igualdad no significa uniformidad. El valor de la igualdad reside en que todos somos diferentes y nadie es más que nadie. La sinrazón de la violencia, que tiende a imponerse con medios espurios (como la fuerza bruta o el dinero) sobre la riqueza de lo múltiple y heterogéneo, desgarra, mutila, margina, excluye, fragmenta y enfrenta. En lugar de sentir la pasión por los colores conduce a protagonizar reyertas entre aficiones, en vez de disfrutar de la naturaleza durante el fin de semana inclina a tatuarse pinturas de guerra sobre cabezas rapadas, integradas en una banda racista. El olvido de la razón y el diálogo nos aboca a la barbarie del fanatismo identitario y xenófobo, que se recrudece dentro del seno de cualquier tribu. Pero tampoco nos ciñamos al concepto igualitarista que persigue y castiga al heterodoxo, al diferente por su condición sexual, sus discapacidades, su pinta, su etnia o sus creencias, sino que nos referimos a la igualdad que posibilita la equidad, sustentada en valores como la empatía, el respeto, la libertad, la justicia y la solidaridad. Mediten sobre la imagen.


     Nuestra prioridad en este curso, por tanto, se orientará hacia el diseño, desarrollo, seguimiento y evaluación de un Plan de Atención a la Diversidad, que comienza en la práctica docente de cada aula (hay que abandonar la ilusa concepción del “alumno medio, normal” para implementar actividades y tareas heterogéneas, conectadas con principios como la motivación de lo cotidiano e inmediato, la interdisciplinariedad, la flexibilidad…, sin abandonar el tronco común de los contenidos curriculares propios del nivel y el área) y continúa con los Programas de Apoyo y Refuerzo Educativo (recuperación de aprendizajes no adquiridos y planes específicos personalizados para el alumnado que ya ha repetido). Un plan de cuya programación serán responsables los tutores en colaboración con el Equipo de Orientación. Un plan que demanda la coordinación con el profesorado de Refuerzo y, en algunos casos, con las familias. Este punto de vista entraña un ambicioso objetivo. En una escuela inclusiva triunfamos si todos conseguimos las metas propuestas. Para ello colaboremos generosamente, cada uno según sus posibilidades, siempre con el propósito de que nuestro alumnado logre un excelente desempeño de sus capacidades y destrezas respecto de las competencias clave, por ejemplo, la de escuchar.

                                                                              El Director

No hay comentarios: